El running es una actividad física que requiere de dedicación y esfuerzo para alcanzar tus metas. Ya sea que estés buscando mejorar tu salud, perder peso o competir en carreras de larga distancia, una de las métricas más importantes que debes conocer es tu VO2max. En este artículo, exploraremos qué es el VO2max, por qué es importante para los corredores y cómo puedes mejorarlo para llevar tu rendimiento al siguiente nivel.
El VO2max, o consumo máximo de oxígeno, es una medida de la cantidad máxima de oxígeno que tu cuerpo puede utilizar durante el ejercicio intenso. Se expresa en mililitros por minuto por kilogramo de peso corporal (ml/min/kg). Esta medida es un indicador crucial de la capacidad aeróbica de un corredor y su resistencia cardiovascular.
El VO2max es fundamental para determinar tu capacidad para correr a alta velocidad y mantener un ritmo constante durante distancias largas. Cuanto mayor sea tu VO2max, más oxígeno podrás suministrar a tus músculos, lo que te permitirá mantener un ritmo más rápido durante más tiempo. Esto se traduce en una mejora significativa en tu resistencia y velocidad en carreras de 5k, 10k, maratones y más.
Existen varias formas de medir tu VO2max. Una opción es realizar una prueba en un laboratorio especializado donde se evaluarán tus niveles de oxígeno y dióxido de carbono mientras corres en una cinta de correr. Otra alternativa es utilizar dispositivos de fitness como relojes inteligentes o aplicaciones móviles que estiman tu VO2max en función de datos como tu ritmo cardíaco, velocidad y distancia recorrida.
Si deseas mejorar tu VO2max y, por lo tanto, tu rendimiento en el running, aquí tienes algunas estrategias que puedes seguir:
No obstante, recuerda que el VO2max es una medida que tiene un límite superior determinado en gran medida por la genética de cada individuo. Este límite superior es conocido como el «techo fisiológico» o «VO2max genético», siendo esta la máxima capacidad que un individuo puede alcanzar en términos de consumo máximo de oxígeno y está influenciado por factores como la capacidad pulmonar, la eficiencia del corazón y la capacidad de los músculos para utilizar el oxígeno.
Sin embargo, la mayoría de las personas no llega a ese «techo» y tienen margen para mejorar su capacidad aeróbica a través del entrenamiento y la práctica. A medida que entrenas y mejoras tu acondicionamiento cardiovascular, irás mejorando estos valores.