Prepararse para un maratón es un proceso riguroso y largo que implica meses de entrenamiento bien estructurado. Durante este periodo, una de las preguntas recurrentes que se hacen los corredores es si es conveniente competir en otras carreras antes del gran día. ¿Cuánto se debería competir? ¿Qué distancias son las más adecuadas? ¿Es mejor competir al 100% o usar estas carreras como ensayos para el ritmo de maratón? En este artículo, desglosamos estas cuestiones desde un enfoque técnico y detallado, para ayudarte a tomar decisiones inteligentes sobre si deberías competir durante la preparación del maratón.
La respuesta corta es sí, siempre y cuando se haga de forma estratégica. Las competiciones previas al maratón pueden ser una excelente herramienta dentro del plan de entrenamiento, pero deben ser gestionadas con cuidado para evitar caer en el sobreentrenamiento o en el riesgo de lesiones.
Las carreras previas permiten simular el entorno competitivo, gestionar la adrenalina de la línea de salida y acostumbrarse al uso de geles, ropa y zapatillas que se utilizarán el día del maratón. Además, proporcionan una oportunidad para ajustar la estrategia de carrera, mejorar la capacidad de mantener el ritmo y ensayar la nutrición en carrera, todo en un contexto de presión que no se puede replicar completamente en los entrenamientos.
Un buen punto de referencia es competir entre 2 y 4 veces durante los meses previos al maratón. Es crucial distribuir estas competiciones estratégicamente a lo largo de la preparación y no abusar de ellas. Competir cada fin de semana no es recomendable, ya que las exigencias físicas de las carreras pueden interferir con los entrenamientos clave del plan.
Algunos expertos sugieren un calendario típico que podría incluir:
Las distancias más recomendadas para competir durante la preparación del maratón son los 10K y la media maratón (21k). Estas distancias son suficientemente exigentes como para poner a prueba tu estado físico, pero no lo suficientemente largas como para interferir en la recuperación o causar un desgaste excesivo. En particular, la media maratón es una excelente oportunidad para practicar el ritmo de maratón sin el mismo nivel de desgaste que un maratón completo.
Una de las cuestiones más debatidas es cómo abordar estas carreras. Existen dos enfoques principales:
La clave es que, independientemente del enfoque, las competiciones deben integrarse de manera que no desestabilicen el ciclo de entrenamiento. Si decides competir al 100% en una media maratón, por ejemplo, tendrás que ajustar las semanas siguientes para permitir una adecuada recuperación y evitar que interfiera con la carga total del entrenamiento.
Es una frase que ha resonado en la mente de muchos entrenadores y corredores a lo largo de los años. Pero, ¿cuánta verdad encierra? La idea subyacente es que las competiciones exigen mucho del cuerpo, tanto física como mentalmente, y si se realizan con demasiada frecuencia pueden llevar al agotamiento y reducir la capacidad de entrenar adecuadamente.
En parte, la afirmación es cierta. Las competiciones frecuentes, sobre todo si se afrontan al máximo de rendimiento, implican una alta carga de estrés físico, que requiere tiempo de recuperación. Un exceso de competiciones puede interferir en la fase de construcción, donde el cuerpo asimila el entrenamiento, y hacer que llegues al maratón fatigado o sin haber alcanzado el pico de forma ideal. Además, si las carreras se convierten en la norma, en lugar de una excepción bien calculada, pueden minar la moral si no se obtienen los resultados esperados.
Sin embargo, las competiciones no siempre destruyen. Bien planificadas, con un enfoque medido y teniendo en cuenta el contexto de todo el ciclo de entrenamiento, las competiciones pueden jugar un papel positivo. No solo ayudan a evaluar el estado físico, sino que también mejoran la adaptación a la presión competitiva y permiten entrenar aspectos mentales clave, como la tolerancia al dolor o la gestión del cansancio bajo condiciones de carrera.
Recuerda que, en última instancia, el objetivo es llegar al día del maratón fresco y en tu pico de forma. Competir durante la preparación del maratón es una opción válida que debe complementar el entrenamiento, no sabotearlo.