runners compitiendo

¿Por qué entreno mejor que compito?

En el mundo del atletismo popular, hay una frase que resuena en las pistas de atletismo, los foros y las charlas post-carrera:
“Entreno mejor que compito”.

Detrás de esa frase, casi siempre pronunciada con un tono de frustración, se esconde una realidad tan frecuente como poco explorada en profundidad: la presión psicológica durante la competición.

¿Por qué no compito como entreno?

Muchos corredores populares se sorprenden —y se frustran— al comprobar que sus entrenamientos reflejan un nivel de forma y rendimiento que no consiguen reproducir el día de la carrera. Ritmos sostenidos durante semanas, entrenamientos de calidad superados sin problema y una sensación creciente de estar “listos”… hasta que llega el pistoletazo de salida y el cuerpo no responde.

A menudo se busca una causa física: “No dormí bien”, “no desayuné lo suficiente”, “hacía calor”, “las zapatillas no me iban bien”… Pero en muchos casos, la respuesta está en la mente.

El papel de la presión psicológica

La presión competitiva no es exclusiva de la élite. También el corredor popular —a su escala— siente la tensión de rendir bien en un momento concreto. A diferencia de los entrenamientos, donde no hay consecuencias si algo sale mal, la carrera impone un entorno de evaluación, comparación y exposición.

Según el psicólogo deportivo José María Buceta, autor de “Psicología del deporte: conceptos y aplicaciones”, el rendimiento en competición está determinado no solo por las capacidades físicas, sino también por cómo se gestiona la activación, la atención, las expectativas y el control emocional.

“Cuando no se entrena la mente, lo normal es que el día de la carrera aparezcan pensamientos intrusivos como ‘no voy a aguantar’, ‘voy demasiado rápido’, ‘me están pasando’, y eso impacta directamente en el rendimiento”, explica Buceta.

La diferencia entre entrenar y competir

Aunque físicamente se parezcan, entrenar y competir son dos contextos distintos. Durante los entrenamientos:

  • No hay cronómetros oficiales.

  • No te comparas constantemente con otros.

  • No hay un público observando.

  • No existe una expectativa clara de resultado.

Todo eso cambia el día de la carrera. La activación fisiológica (pulso, tensión muscular, respiración) puede dispararse, y si no se regula adecuadamente, provoca que el corredor se bloquee o se pase de ritmo en los primeros kilómetros, lo que acaba hundiendo la marca esperada.

Casos reales: incluso los élite lo sufren

Este fenómeno no es exclusivo del running popular. La campeona olímpica de maratón, Joan Benoit Samuelson, confesó en una entrevista con Runner’s World que “la parte más difícil de la competición es manejar los pensamientos negativos antes y durante la carrera”.

Incluso el récordman mundial de maratón, Eliud Kipchoge, ha hablado en varias ocasiones sobre la importancia del entrenamiento mental:

“El cuerpo solo logra lo que la mente cree posible. La victoria comienza en la cabeza.”
Fuente: BBC Sport, 2019

¿Se puede entrenar la mente?

Sí, y no solo se puede: se debe. Muchos entrenadores ya incluyen aspectos de preparación psicológica en los planes, especialmente en las semanas previas a una carrera importante. Entre las técnicas más útiles están:

1. Visualización

Imaginar mentalmente cómo será la carrera, cómo reaccionar ante momentos duros o qué hacer si aparece el cansancio. El cerebro no distingue completamente entre lo imaginado y lo vivido: cuanto más “entrenes” la situación, menos te sorprenderá.

2. Control de la activación

Aprender a reconocer cuándo estás demasiado nervioso (o poco activado) y usar técnicas como la respiración diafragmática para recuperar el control.

3. Fijación de objetivos internos

En lugar de enfocarte solo en la marca, céntrate en aspectos controlables: mantener un ritmo constante, hidratarte bien, no mirar el reloj hasta el km 5, etc.

4. Diálogo interno positivo

Revisar las frases que te dices a ti mismo antes y durante la carrera. Cambiar un “no puedo más” por un “lo he hecho muchas veces en los entrenamientos” puede marcar la diferencia.

El peso de las expectativas

Muchos corredores se autoimponen marcas que no siempre están en línea con su estado real de forma, generando frustración. O sienten que deben demostrar algo a su entorno, a sus compañeros de club o a ellos mismos. Esto añade una presión extra innecesaria.

El psicólogo Carlos Rey García, especializado en rendimiento deportivo, lo resume así:

“Una carrera no es una sentencia. Es solo un momento más dentro de tu proceso. El problema llega cuando le das un significado emocional que te bloquea.”

Competir no es solo correr más rápido

El corredor popular que se siente frustrado por no rendir en carrera tanto como en los entrenamientos debe mirar más allá de los ritmos y kilómetros acumulados. El rendimiento en competición es la suma de muchas variables, y la mente es una de las más decisivas.

La buena noticia es que —como el fondo o la técnica— también se puede entrenar. Y en muchos casos, marcará la diferencia entre seguir repitiendo “entreno mejor que compito” o cruzar la meta sabiendo que ese día sí diste todo lo que llevabas dentro.

Tal vez te interese...
adaptación al calor en verano
La verdad sobre la adaptación al calor en verano

Con la llegada del verano, las temperaturas superan los 35 °C en buena parte del país y, sin embargo, muchos corredores Leer más

Entrenar por tiempo y no por distancia
Sigue tus entrenamientos por tiempo y no por distancia

En el mundo del running, especialmente en los planes de entrenamiento genéricos para maratón, es común ver sesiones establecidas en Leer más

Calambres en la planta del pie
Calambres en la planta del pie: ¿Por qué ocurren?

Los calambres en la planta del pie son una molestia común que afecta tanto a deportistas como a personas sedentarias. Leer más

Volver a correr tras un parón prolongado
Volver a correr tras un parón prolongado

Correr no solo es una actividad física; para muchos, es un estilo de vida, un refugio y una forma de Leer más