La fascitis plantar es una afección dolorosa que afecta a la parte inferior del pie y es común entre los corredores. Esta condición se produce cuando el tejido conectivo en la planta del pie, conocido como fascia plantar, se inflama y se estira en exceso, lo que provoca dolor y rigidez en el talón y el arco del pie. Si no se trata adecuadamente, la fascitis plantar puede empeorar con el tiempo y afectar seriamente la capacidad del corredor para entrenar y competir.
Los corredores pueden ser especialmente propensos a la fascitis plantar debido a la cantidad de impacto repetitivo que experimentan en sus pies durante la carrera. Esto puede causar daño a la fascia plantar y hacer que se inflame. Los corredores también pueden ser más propensos a sufrir fascitis plantar si tienen pies planos, arcos altos, sobrepeso o si usan zapatillas inadecuadas para correr.
La fascitis plantar se puede diagnosticar mediante un examen físico y una evaluación de los síntomas del paciente. El médico también puede realizar una radiografía o una resonancia magnética para descartar otras causas de dolor en el pie, como una fractura o un esguince. Una vez diagnosticada, el médico o fisioterapeuta puede recomendar un plan de tratamiento.
El tratamiento de la fascitis plantar generalmente incluye medidas para reducir el dolor y la inflamación en el pie. Estos pueden incluir:
En casos graves de fascitis plantar, puede ser necesaria una terapia más intensiva. Esto puede incluir inyecciones de corticosteroides en el pie para reducir la inflamación o la terapia de ondas de choque para estimular la curación en la fascia plantar.
Es importante abordar la fascitis plantar de manera temprana para evitar que se convierta en un problema crónico. Si el dolor persiste después de varios meses de tratamiento, el médico / fisioterapeuta puede recomendar una evaluación adicional para descartar otros problemas en el pie, como un espolón calcáneo.