runners compitiendo en una carrera popular

Rendimiento en tiradas largas: ¿Malas sensaciones al inicio?

Todo corredor experimentado ha vivido esos días en los que, al comenzar una tirada larga, siente una pesadez inexplicable, una sensación de agobio y malestar general. Sin embargo, a medida que los kilómetros pasan, esas sensaciones negativas desaparecen, dando paso a un ritmo más cómodo y a un mejor rendimiento. Este fenómeno no es raro y tiene explicaciones científicas basadas en la fisiología del cuerpo humano, la preparación previa, los factores climáticos, y aspectos psicológicos que explican el rendimiento en tiradas largas.

Fisiología del cuerpo en los primeros kilómetros

Al iniciar una carrera, el cuerpo necesita adaptarse al aumento de la demanda energética. En los primeros kilómetros, el sistema cardiovascular y los músculos están en un proceso de «calentamiento». Durante este tiempo, el cuerpo está ajustando la distribución del flujo sanguíneo, la producción de energía y la activación de las fibras musculares.

Inicialmente, el cuerpo utiliza principalmente el glucógeno almacenado en los músculos para obtener energía. Sin embargo, esta fuente de energía rápida puede no ser suficiente para satisfacer la demanda inmediata, lo que puede generar sensaciones de fatiga y pesadez. Con el tiempo, el cuerpo empieza a movilizar ácidos grasos y a utilizar el oxígeno de manera más eficiente, lo que mejora la percepción del esfuerzo y el rendimiento.

Impacto del entrenamiento previo

Los entrenamientos previos juegan un papel crucial en cómo se siente un corredor al inicio de una tirada larga. Si los entrenamientos han sido intensos o el descanso no ha sido adecuado, es probable que los músculos estén todavía en proceso de recuperación, lo que puede causar una sensación de fatiga al comienzo de la carrera. Además, una acumulación de micro daños musculares puede contribuir a una sensación inicial de pesadez.

Por otro lado, una buena preparación a lo largo de semanas y meses ayuda a que el cuerpo se adapte mejor a los esfuerzos prolongados. Esto incluye mejoras en la capacidad aeróbica, la eficiencia metabólica y la tolerancia al esfuerzo prolongado, lo que puede hacer que las sensaciones negativas al inicio de una carrera sean menos pronunciadas con el tiempo.

Nutrición e hidratación

La nutrición y la hidratación del día anterior también influyen significativamente en las sensaciones al inicio de una carrera. Una ingesta inadecuada de carbohidratos puede llevar a niveles bajos de glucógeno muscular, lo que se traduce en una sensación de falta de energía desde el comienzo. Asimismo, una hidratación insuficiente puede afectar la circulación sanguínea y la regulación de la temperatura corporal, aumentando la percepción de esfuerzo.

Por otro lado, una cena rica en carbohidratos complejos, proteínas magras y una adecuada hidratación, asegura que los niveles de glucógeno y los electrolitos estén óptimos para la carrera. Esto permite que el cuerpo tenga suficiente energía disponible desde el inicio, minimizando las malas sensaciones.

Impacto del clima

El clima es otro factor crítico que puede influir en las sensaciones al inicio de una tirada larga. Correr en condiciones de calor y humedad puede aumentar significativamente la percepción de esfuerzo. El cuerpo necesita trabajar más para regular la temperatura corporal, lo que puede causar una sensación de fatiga y pesadez desde los primeros kilómetros.

El calor excesivo obliga al cuerpo a desviar más sangre hacia la piel para facilitar la evaporación del sudor, reduciendo la cantidad de sangre disponible para los músculos. Esto puede resultar en una disminución del rendimiento y un aumento de la percepción de esfuerzo. La humedad elevada también dificulta la evaporación del sudor, haciendo que la regulación de la temperatura sea menos eficiente y aumentando el riesgo de deshidratación.

Por el contrario, correr en condiciones frescas y secas generalmente facilita un mejor rendimiento. Sin embargo, el frío extremo puede causar rigidez muscular y una sensación de incomodidad inicial hasta que el cuerpo se adapta a las condiciones.

Factores psicológicos

No se puede subestimar el impacto de los factores psicológicos en el rendimiento deportivo. El estado mental del corredor, incluyendo su nivel de estrés y ansiedad, puede influir en cómo se siente al iniciar una carrera. La anticipación de una tirada larga y la presión autoimpuesta pueden generar una sensación de agobio que se manifiesta físicamente.

A medida que el corredor se adentra en la carrera, su mente se adapta al esfuerzo y las endorfinas empiezan a liberarse, mejorando el estado de ánimo y reduciendo la percepción del dolor y el esfuerzo.

Entender estos factores puede ayudar a los corredores a prepararse mejor y a manejar esas sensaciones iniciales, permitiendo que disfruten más de sus carreras y mejoren su rendimiento en tiradas largas. Así, la clave está en una preparación integral que aborde todos estos aspectos para minimizar las malas sensaciones y optimizar el disfrute y los beneficios del running.

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