Las zapatillas running son una herramienta fundamental para cualquier corredor, ya que proporcionan el soporte y la comodidad necesarios para hacer frente a las largas distancias y terrenos variados. Sin embargo, con el uso regular, las zapatillas pueden ensuciarse y desgastarse rápidamente, lo que reduce su eficacia y vida útil. Es por eso que es importante saber cómo limpiar adecuadamente las zapatillas running para mantenerlas en óptimas condiciones. Aquí te dejamos algunos consejos para ayudarte a prolongar la vida útil de tus zapatillas running.
Antes de comenzar a limpiar tus zapatillas running, es importante que comprendas los materiales y las características de tus zapatillas. Siempre debes leer la etiqueta del fabricante para conocer los materiales específicos de tus zapatillas y, de esta manera, evitar dañarlas.
Limpiar tus zapatillas running después de cada uso es esencial para prolongar su vida útil. La suciedad, el sudor y la humedad pueden acumularse en tus zapatillas y causar el deterioro prematuro. Para limpiar tus zapatillas, retira los cordones y las plantillas y luego frota suavemente con un cepillo suave y agua tibia. Evita usar agua caliente o sumergir tus zapatillas en agua, ya que esto puede dañar el material. Una vez que hayas terminado de limpiar, deja que tus zapatillas se sequen al aire libre. Nunca las seques en la secadora o con una fuente de calor directa.
Si tus zapatillas están muy sucias, es posible que necesites un limpiador específico. Estos productos están diseñados para limpiar suavemente las zapatillas sin dañar los materiales. Busca un limpiador que sea adecuado para el tipo de material de tus zapatillas.
El almacenamiento adecuado de tus zapatillas de running también es importante para prolongar su vida útil. Siempre debes guardar tus zapatillas en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa y la humedad. Si tus zapatillas están húmedas después de limpiarlas, debes dejar que se sequen completamente antes de guardarlas. Además, asegúrate de guardar tus zapatillas running en un lugar donde no estén comprimidas o aplastadas, ya que esto puede deformarlas y afectar su comodidad y soporte.
Incluso con una limpieza y mantenimiento adecuados, tus zapatillas de running eventualmente se desgastarán y necesitarán ser reemplazadas. Como regla general, debes reemplazar tus zapatillas «normales» de entrenamiento cada 500-1.000 km o cada seis meses, lo que ocurra primero (si hablamos de tus zapatillas con placa de carbono, será antes) . Si notas que tus zapatillas ya no te brindan el soporte y la comodidad que necesitas, es probable que sea hora de reemplazarlas.